domingo, 24 de octubre de 2010

Cuando fui a Barcelona.

-Tras mucho tiempo sin viajar nos proponemos el destino de Barcelona para ver a nuestro querido equipo, tras discusiones de ver como ir, al final se decide que unos van en coche y Leopoldo y demás en autobús. Se decide salir a las 7 de la mañana siendo el partido de noche, el viaje dio mucho de sí, desde haciendo de la puerta de atrás un servicio, hasta momentos de euforia en los que llovía cerveza, lógicamente la euforia hizo romper una de las lunas tras un martillazo, pero bueno, llegamos a Barcelona tras 9 horas de viaje con Leopoldo y los demás un poco cansados pero con ganas de fiesta, total, seguimos bebiendo cerveza y nos reunirnos con los demás desplazados en coche.
De camino al estadio y harto de beber se decide arrojar los botellines a un coche que casi atropella a un colega de Leopoldo y tras este incidente se decide seguir bebiendo en el bar mas próximo con la advertencia del Mayor: "si seguimos así no llegamos al campo".
Total, seguimos visitando Barcelona tranquilamente en lo que Leopoldo se fija que el Mayor se dirige andando deprisa a dos de esos que se cortan el pelo 2 veces en la vida y con la camiseta de nuestro equipo pero los que estuvimos sabemos lo que pasó.
Cuando entramos al estadio, que por cierto, es una puta mierda por fuera, nos sentamos Leopoldo y demás a disfrutar del ambiente y dejarnos la voz, resultado del partido? ni lo sé, no me gusta el fútbol, cuando salimos nos encontramos con que el autobús que nos iba a llevar de vuelta no está, el motivo es porque "hasta que no pagáramos la luna que habíamos roto no salíamos", se comió sus palabras y llegamos a mi ciudad a las 12 de la mañana con la caraja.

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